Arquitectura que abraza la fe: ingeniería precisa en una capilla

Ampliar un espacio de culto exige algo más que técnica: requiere sensibilidad para respetar la identidad del lugar y, al mismo tiempo, dotarlo de funcionalidad. En la Capilla de Adoración Perpetua de San Alberto Magno, la meta fue clara: integrar estructura, estética y uso, sin romper la armonía existente con la comunidad.
La respuesta vino desde la ingeniería de detalle y el control de calidad: planos de fabricación y montaje, recubrimientos anticorrosivos y ensayos no destructivos que aseguran integridad, seguridad y durabilidad de cada elemento. Este enfoque convierte cada decisión técnica en un gesto de cuidado por el espacio y su función.
El resultado se mide en datos y en experiencia del usuario: 600 m² de ampliación y 40 toneladas ejecutadas que hoy sostienen un uso más cómodo y continuo del templo en Daule (2024). La precisión estructural se tradujo en tiempos controlados, montaje eficiente y un acabado capaz de perdurar en el tiempo.
Este tipo de obra —institucional, emblemática y con alta carga simbólica— exige equipos capaces de combinar técnica y respeto por la arquitectura existente. Por eso, nuestra experiencia en clínicas e iglesias se convierte en garantía para proyectos donde la calidad constructiva también es un acto de servicio.